Serás un bello recuerdo,
así como otras ciudades
a las que no he vuelto.
Con tristeza
te olvidaré,
con nostalgia
te recordaré.
Lejos quedará aquella habitación
en la que reí y dormí,
y donde también nació la pasión.
Allí estaré
como fantasma,
como un turista más.
Nunca más caminaré
de noche
por las villas
que solía explorar.
Que las estrellas
no dejen de iluminarte jamás.
Adiós, Portugal.