Tan cerca y tan lejos

Fandom: Gekkan Shoujo Nozaki-kun

—Me siento cansado de pensar qué hacer en el próximo capítulo.

—¿Qué es lo que tienes en mente hasta ahora?

—Quiero que sea una situación cotidiana, donde Mamiko, en acciones sutiles, tenga un acercamiento a Suzuki.

—Podrían estudiar juntos y estar sentados uno al lado del otro.

—Hmm... podría funcionar.

—¿Qué haces?

—Tengo que evaluar los sentimientos que tendría Mamiko.

—Para eso no necesitas acercarte sin aviso.

—Acércate un poco más.

—Es... está bien.

—Definitivamente, podrían estar sentados en el suelo de esta forma.

—Sí...

—¿Sería mejor que fuera una mesa con sillas? Podrían estar en la habitación de alguien, en la biblioteca, en la escuela o incluso en un café.

—¿Es necesario que sigamos así?

«Siento que el corazón se me va a salir por la boca».

—Tienes razón, hay que probar algo más.

«Necesito 5 minutos para respirar».

—En este momento, sería bueno llamarle a Mikarin y ver sus reacciones.

—¡Yo puedo hacerlo, no es necesario!

«No quiero desaprovechar este momento».

—Me encanta ese entusiasmo y pasión, me motiva. ¡Me siento en llamas! Sigamos probando otra cosa.

—¡Sí!

—Vamos a simular unos diálogos, Mamiko y Suzuki están sentados uno frente al otro. ¿Qué diría Mamiko?

—Podría pedirle ayuda con un ejercicio.

—Oh, sí, sería una forma de hacer que Suzuki se siente junto a ella. Bueno, entonces comienza.

—Está bien. «No entiendo esta parte, por más que lo intento».

—«¿Cuál? Déjame ayudarte».

—«Este ejercicio, por más que reviso mis notas no sé».

—«Déjame ver».

—«Aquí tienes».

—«Ah, bueno, aquí...». No, de esta forma no tendríamos el acercamiento deseado. De nuevo.

—«No entiendo esta parte, por más que lo intento».

—«No te preocupes, Mamiko, puedes contar conmigo».

—«¿Me ayudas?»

—«Claro, deja me siento más cerca. Apártate un poco, por favor».

—«Sí...»

—«Aquí tienes que hacer esto y...».

«No entiendo nada de lo que dice, está tan cerca, puedo escuchar su respiración. Me podría morir en este momento».

—Mucho mejor. Necesito escribirlo, hojas, papel, ¿dónde están?

«Llévame, diosito».

—¿Sakura? ¿Estás bien? Parece que tienes fiebre, tal vez deberías ir a casa a descansar.

—Estoy bien... pásame esas hojas, que tengo que seguir rellenando paneles.

—Por eso eres la mejor asistente.

«Si tan solo te dieras cuenta».

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