Le cont茅 a mi mujer que las margaritas no regresaron al jard铆n de Evelio y eso entristec铆a mi alma. Ella, acariciando mis fr铆as mejillas, me record贸 que 茅l hab铆a estado triste las 煤ltimas semanas de primavera, quiz谩s por eso se hab铆an ido las margaritas de casa. Su explicaci贸n tranquiliz贸 mi coraz贸n un poco, pero mi angustia de no volver a verlas desequilibra mi mente.
La ma帽ana p谩lida del s谩bado hizo que descubriera el misterio de la habitaci贸n 444, cuando el amor que sent铆a Evelio por Nora se esfum贸 por sus traiciones; traiciones que ella le hac铆a con el viejo Andr茅s, ladr贸n de su coraz贸n. Las margaritas no volvieron a casa de Evelio y el misterio de la habitaci贸n 444 era que el amor hab铆a muerto.