Tan serena, tan tierna,
amorosa como las primaveras,
melancólica como las nubes de agosto.
Eres frágil, soñadora, calma,
ni los rayos de la luna se resisten a tus labios rosa;
eres la biblioteca que inicias mis días,
la primera mariposa que alumbra mi ventana.
Viéndote dormir
florecen las estaciones
de nuestro amor.