Cuando creces siendo la hermana mayor te das cuenta de muchas cosas, de lo que pasa alrededor de tu familia, y más si te inculcaron a ser responsable, a cuidar de los demás, a ser buena persona y a tener libre albedrÃo, tomando en cuenta que desde niña te enseñaron lo bueno y lo malo. Siempre fui callada, pero con una mente muy activa. Debido a que en mi familia tienen la costumbre de ser burlistas, me volvà algo penosa y decidà repasar y pensar dos veces las cosas antes de decirlas ya que no querÃa ser parte de bromas, y, aun de esa forma, llegué a decir comentarios incongruentes que se tornaron en esas burlas de las que siempre he huido. No me malentiendan, pero no soporto las risas, hasta tal grado que me fastidia cuando la gente está riendo y siendo feliz, porque a veces no sé a qué se debe y mi mente no llega a comprender tanta alegrÃa.
En ocasiones pienso mucho en cómo relacionarme con las personas, se me dificulta entablar una conversación. Trato de hacer amigos, pero no siempre sale como planeo. Muchos creen que soy presumida y arrogante, lo sé porque me lo han dicho. Cuando alguien ya es mi amigo, me siento en demasiada confianza, aunque limito mis conversaciones. Siempre he pensado que las personas, ya sean familia o amigos, deben saber de ti sólo lo que es meramente esencial. Te preguntarás por qué pienso eso. Bueno, tengo miedo de que las personas me dejen. He visto un sinfÃn de ocasiones cómo personas se van alejando de mi vida y llega a un punto donde me da miedo estar sola. Créeme, aun en la habitación más llena de personas te puedes sentir solo. Tengo muchos miedos, a tal grado de que lloro cuando estoy sola, dejo que todo salga, hablo y digo cosas que me duelen y sólo asÃ, cuando termino, siento una paz, hasta siento que respiro mejor, como si un gran peso se hubiera caÃdo de mis hombros, pero después ese peso se vuelve a formar y más grande que el anterior.
El creer que sanaste y volver a sentirte la peor persona del mundo es un sentimiento horrible que te va matando lentamente. Yo sé que muchas personas han sentido eso alguna vez en su vida. Y tal vez otras vivan con eso cada dÃa. El miedo es un sentimiento tan poderoso que, en ocasiones, llega a invadir todo tu ser, es el sentimiento que cargo cada que trato de hacer algo nuevo. Incluso hoy que estoy escribiendo esto, trato de poner todos mis esfuerzos en hacer lo mejor que pueda, pero en el fondo siento que no saldrá nada bueno.
Mi interior está roto desde hace tiempo y, justo cuando las cosas van mejorando, pasa algo que me deja caer en la triste realidad de que, por más feliz que pueda estar, no puedo tenerlo todo. La realidad es algo que me persigue de la forma más cruel y dura, algo que me ha hecho madurar hasta cierto punto, que me ha vuelto responsable a punta de momentos demasiado dolorosos, como los que muchos de nosotros hemos pasado y que no debimos de haberlo hecho, recordándonos asà que el dolor nos conecta a todos.