En este punto, pensarás que creo que todo lo malo que me pasó fue por mi mamá, pero no, la historia no va por ahÃ. Si es a quien menciono mucho más es porque ella es con la que convivÃ, la que se quedó para sacar adelante a sus hijos. SÃ, tengo diferentes opiniones respecto a cómo se llevaron las cosas, y difieren mucho de cómo la gente cree que es.
Ella es una mujer fuerte, que salió adelante a pesar de las circunstancias. No le reclamo nada, la mitad de lo que soy es por ella. Si aprendà a tomar decisiones sola, fue por ella. Mi mamá no es una mujer débil.
Nadie nos enseña cómo ser padres. Aprendemos con base en nuestras experiencias y la relación que nuestros propios padres (o quienes nos crÃan) nos muestran. Sólo con el ejemplo aprendemos. Por eso no le debo reclamar nada. Me hubiera gustado que tuviéramos más comunicación, sÃ, pero ni ella ni yo nos prestábamos a eso. No sabÃamos cómo acercarnos.
Una parte de los problemas de mi madre se originaron porque no sabe pedir ayuda, creo que le da vergüenza que la vean débil o como una persona que no puede. A veces pienso que ve lo que le pasó como un castigo por sus malas elecciones, cuando no fue asÃ. Ella se castiga mucho por eso. Es una persona que se toma las cosas a pecho, se cierra en sus pensamientos y no entiende razón. Cuando le hablé sobre su victimización, no fue para ofenderla, fue porque la gente eso hace y ella no merece ese tÃtulo. Todos dicen que es una mujer fuerte, pero la minimizan porque ha sufrido mucho, y creo que no aprecian de verdad lo que es capaz de hacer.
No me quejo, es la mejor mamá que pude haber tenido. La respeto porque se quedó. Si otra hubiese sido, se habrÃa ido hace mucho. Mi tÃa, la menor, se convirtió en mamá y me dijo «ella es mi ejemplo a seguir» e hizo referencia a querer ser como ella. En eso sà difiero un poquito. Tal vez soy soberbia, pero quiero ser mejor que ella, y sé que me tengo que esforzar mucho.
Si tienes a una persona a la cual admiras, nunca quieras ser como ella, sé mejor de lo que ella pudo ser.