Historia de una separación

La verdad, nunca he pensado que soy madura, pero todos lo dicen: «eres muy madura para tu edad». ¿Y cómo rayos no, si me responsabilizaron por mis acciones desde muy pequeña? Me hicieron siempre ver por alguien más y guardar las apariencias ante los demás.

A veces me pongo a pensar sobre lo que hubiese pasado, si yo de veras fuese rebelde como me lo dijeron hace poco, que soy egoísta, que soy mala hija, que me voy a arrepentir de tratar mal a mi mamá. La verdad, no sé qué esperan de mí. Traté de ser lo mejor en todos los aspectos posibles de mi vida, dar un buen ejemplo y que todos estuvieran felices. Aun así, eso no significaba estar feliz yo.

En ocasiones no los entiendo; soy madura para algunas cosas, pero para otras no. Me tengo que responsabilizar de unas cosas, pero de otras no. Entonces, ¿qué es lo que procede? ¿Qué es lo que quieren de mí? He tratado de que mis allegados estuvieran felices y, hoy que busco mi felicidad, yo soy la mala.

Cuando tenía 12, empecé a ver con más claridad cosas que no había visto antes o de las que no me quería dar cuenta. Vi a mi madre sufrir por su separación con mi padre, a mi hermano lo vi pequeño y frágil. Yo no podía ser una carga, es ahí cuando decidí evitar problemas y ayudar en mi casa. Sin saber cómo hacer de comer, aprendí sólo con pequeñas ayudas de mi hermano, quien me explicaba cómo veía a mi mamá hacer de comer; pobre niño, lo llené de sopa y atún sólo para que no pasara hambre. Lavaba trastes ya que veía a mi mamá tirada en la cama por días sin quererse parar.

Muy apenas si recuerdo cómo fueron esos primeros días de secundaria porque preferí bloquear todo lo malo que sentí, sólo recuerdo pequeñas cosas que aparecen como imágenes borrosas en mi mente, creo que ese fue el punto de quiebre, donde todo lo anterior hizo estragos en mí.

Por eso nunca he pensado que soy madura, sólo hice lo que tenía que hacer o, más bien, lo que esperaban que hiciera. Me volví responsable, creo que cumplí más ese criterio. Alguna vez leí que lastimamos a quienes amamos. No puedo entender por qué debe ser así.