Mi corazón se ha roto un montón de veces y lo peor es que pasó por personas que se supone deberían de protegerlo. Yo sé que nadie enseña a criar y ser un buen padre, un buen adulto responsable. Lo he vivido de ambos lados de la moneda.
Nadie me explicó cómo sería una vida de adulto, y menos cómo ser padre o madre. Con base en eso, puedo comprender y perdonar a las personas a mi alrededor, pero de verdad me ha dolido todo lo que me han dicho. Llegas a un punto en el que empiezas a ser tú, a ver por ti y dejar a otros a un lado. Cuando ves por ti, algunas personas creen que eres una persona mala.
Cuando comencé a ver por mí, mi familia me dijo que era egoísta. Cuando tuve una relación formal, las quejas de mi mamá no se hicieron esperar. Yo sé que tenían miedo de que tirara a la basura todo lo que, según ellos, había hecho y lo que venía por delante, pero en ningún momento vieron todo el daño que me hacían.
Una de mis tías me llegó a decir lo decepcionada que estaba de mí. No la culpo, estaba en una etapa de mi vida en la que ya no quería seguir dejándome bajo la sombra de mi mamá. Tal vez sea estúpido, pero no sé si ellos tenían razón o si fue mi culpa por decidir quedarme a dormir en casa de mi novio. Yo le había avisado a mi mamá y ella había accedido. Después, ella le habló a mi tía para decirle que ya no sabía qué hacer conmigo y con mi hermano que no la obedecía.
En fin, cuando terminé la carrera y estaba trabajando, decidí hacer cosas por mí y para mí, ya que viví mi vida haciendo lo que los demás querían o esperaban. Tal vez sí soy mala hija, pero quería ser feliz, algo que nunca fui. O tal vez sólo soy una malagradecida. Desde hace meses o años esa duda me despierta cada madrugada.