Fandom: SuaveXRudy de TigerLion Moikana
Después de un largo día de trabajo, salidas, caminatas por la ciudad y sueños cumplidos, puedo darme el tiempo de llegar a casa y descansar. Por suerte, mi novio Suave ya me está esperando ahí y, después de cenar juntos y tomar un baño, por fin puedo sentarme en la cama y escribir un poco. Suave está dormido a mi lado. Lo veo descansar tan plácido y tan quitado de la pena mientras confirmo que es un chico mágico.
Sí, Suave es mágico. Cuando Suave me da un beso, todo lo que me rodea se transforma: se vuelve más brillante y la felicidad se contagia por doquier. Estar con él significa vivir una historia fantástica cada día: un día somos samuráis del antiguo Japón que luchan por su amor. Al día siguiente nos volvemos dioses antiguos que resguardan el amor más legendario de la historia. Y otras noches protegemos a los enamorados usando el poder de la luna y las estrellas. Todo producto de esa imaginación de niño que tiene. Todo gracias al amor de niño que tiene.
Aunque el amor de Suave no sólo se resume a “ser niño”. Ambos somos jóvenes y nuestros cuerpos responden a nuestros besos y caricias. Dejarse llevar es parte de la magia de estar juntos porque las barreras se esfuman y estamos cuerpo a cuerpo. Jugando, tocando, besando. Haciéndonos uno descubriendo el momento en el que nace la magia. Sé que me sonrojé al escribir estas palabras, pero no importa. Cuando estoy con Suave, no hay nada por qué sentir pena. Al contrario, todo es tan mágico que me hace querer ir por más.
Empiezo a creer que poco a poco me ha contagiado su magia. Y me encanta, porque nuestro amor rompe cualquier barrera, cualquier miedo y cualquier realidad. Sé que vivo en un país donde aún es raro que dos chicos se tomen de la mano. No voy a mentir, sí siento miedo, porque aún hay mucho odio. El odio mata, amenaza la magia y destruye. Pero cuando Suave me toma de la mano, al instante me inunda la confianza, el valor y las ganas de defender lo que siento, lo que soy.
Y el miedo se va porque el amor se contagia. El corazón de la gente que no entiende se envuelve dentro de la magia. Los confusos se llenan de ternura, las muecas de disgusto cambian por sonrisas y son felices con nosotros. Es por Suave, por su magia. Él hace que mi miedo desaparezca y nazca el valor de recorrer el mundo tomado de su mano. Porque cuando amas tanto te dan ganas de compartir ese amor.
Mientras juego con su cabello, me doy cuenta de que parece alguien sacado de una historia fantástica: todo él es hermoso e increíble. Su cabello es tan rojo, como rayitos de sol y sus ojos son cálidos y amorosos. Lo mejor de todo es esa sonrisa y esos labios. Sonrío porque recuerdo sus besos, tan tiernos y perversos a la vez. Tan limpios y tan inocentes, tan calientes y provocadores. Suave es una fuente de magia inagotable que envuelve mi cuerpo cada que me besa, me toca y me devora.
Una vez, alguien me dijo que si te sientes perdido en medio de la oscuridad te conviertas en luz. Suave vino a traerme luz y de la mano vamos creando caminos para que los que vienen detrás de nosotros puedan caminarlos sin miedo. Y ya sea como guerreros galácticos, samuráis del antiguo Japón o espías mafiosos italianos la misión que tenemos es la misma: Suave y Rudy (o sea, yo) vinimos a este mundo para superarlo, para romper cadenas, para hacer guerras y ganar batallas, pero sin violencia. Mi misión junto a Suave es amar tanto para que la gente se contagie de este gran amor. Tenemos tanto que contarle al mundo sin decir una sola palabra. Sólo tenemos que seguir cumpliendo esos sueños que salen de esta cabecita pelirroja dormilona.
Y así romperemos esta oscuridad de odio que aún amenaza al mundo. Mientras Suave y yo sigamos amándonos, seguiremos brillando para disipar tinieblas y alumbraremos a todos aquellos que tienen una chispa dentro y que tienen miedo de alumbrar a los demás. Sé que suena muy imposible, pero al menos queremos aportarles un poquito a aquellos que quieren gritar y aún no se atreven.
Escucho que balbucea mi nombre en sueños, dice algo como “Rudy… ven a la cama”. Sonrío e imagino lo que pasará a continuación: apagaré la luz de la lámpara cuando termine de escribir estas palabras llenas de verdad y de amor en mi diario. Me acurrucaré entre sus brazos, le daré un beso en la frente y apoyaré mi cabeza en su pecho. “Buenas noches, Suavecito”, le diré despacito antes de caer rendido, mientras la luna guardiana nos bañará con su luz.
Nota del autor: Suave y Rudy son creación de TigerLion Moikana. Vayan a sus redes sociales para que conozcan su trabajo